La proporción de células mieloides supresoras en el bazo está relacionada con la severidad del curso clínico y el alcance del daño en el tejido en modelos de Esclerosis Múltiple con roedores. Esto señala una investigación de científicos del Grupo de Neuroinmuno-Reparación del Hospital Nacional de Parapléjicos (Toledo, España) y del Grupo de Neurobiología del Desarrollo-GNDe del Instituto Cajal-CSIC (Madrid, España), entre los que se encuentran Diego Clemente y Fernando de Castro.
Puntos destacados de la investigación han sido:
-La severidad de la encefalomielitis autoinmune experimental (EAE), el modelo más común para estudiar la Esclerosis Múltiple (EM), se ha medido de manera óptima con un nuevo índice de severidad.
-Los ratones con EAE con un índice bajo de severidad presentaban una carga más alta de células mieloides supresoras (MDSCs) esplénicas (del bazo).
-El índice de severidad es un buen marcador para el grado de daño en el sistema nervioso central en EAE.
-El nivel de MDSCs esplénicas en encefalomielitis autoinmune experimental es indicador de una menor destrucción en tejidos.
En el artículo científico, publicado en Neurobiology of Disease, los autores señalan que la Esclerosis Múltiple es la segunda causa de paraplejia entre adultos jóvenes, después de todos los tipos de lesiones traumáticas en el sistema nervioso central. En su forma más frecuente, la remitente-recurrente, la severidad del curso de la enfermedad es muy heterogéneo, y una evaluación fiable es un aspecto clave para los médicos.
Las células mieloides supresoras (MDSCs) son células mieloides inmaduras que inhiben la respuesta inflamatoria, un fenómeno relacionado con la solución o recuperación de los síntomas clínicos asociados con la EAE, el modelo más común para el estudio de la EM. Así, los investigadores establecieron el índice de severidad como un nuevo parámetro para la evaluación clínica de la encefalomielitis autoinmune experimental. Deriva de la relación entre la máxima puntuación clínica y el tiempo transcurrido desde la aparición de la enfermedad.
Además, los científicos relacionaron este nuevo índice con muchas características histopatológicas en la encefalomielitis autoinmune experimental y con el contenido periférico de células mieloides supresoras. Basándose en este nuevo parámetro, mostraron que el contenido de células mieloides supresoras en el bazo está relacionado con la evolución del curso clínico de la EAE, oscilando entre leve y severo.
De hecho, cuando el índice de severidad indicaba un curso de la enfermedad severo, los ratones mostraban una infiltración de linfocitos, desmielinización y un daño axonal más intensos. Se trazaba una correlación directa entre la población de células mieloides supresoras en el sistema inmunológico periférico y la conservación de mielina y axones, lo cual también está correlacionado con la apoptosis de células T dentro del sistema nervioso central (siendo estas células el principal blanco de la inhibición de las células mieloides supresoras).
Los datos indicaban claramente que el índice de severidad era una herramienta adecuada para analizar la enfermedad severa en EAE. También sugerían una clara relación entre el enriquecimiento de las MDSCs circulantes y efectos de la enfermedad, abriendo nuevas perspectivas para las dianas en esta población como un indicador de la gravedad de la EM.
Conclusiones del artículo científico
Los científicos proponen un nuevo método para medir la severidad de la enfermedad en el modelo de encefalomielitis autoinmune experimental para Esclerosis Múltiple, el también llamado SI, el cual relaciona la más fuerte afectación de cada animal, como el pico del curso clínico, con el tiempo transcurrido desde la aparición de los síntomas de la enfermedad.
Esto indica que es importante medir la severidad del curso clínico como un signo clínico integrado del grado de afectación y el tiempo en el que se desarrolla. De hecho, estos investigadores consideran al SI el parámetro más útil y comprensible para analizar en EAE, debido a que está claramente relacionado con el sistema inmunológico periférico y el entorno del sistema nervioso central en cada animal y, finalmente pero no por ello menos importante, se encuentra más cercano a las herramientas usadas en la práctica clínica en EM.
Además, mostraron que este nuevo SI está correlacionado con el contenido periférico de células mieloides supresoras (MDSCs) en el pico de la EAE, con lo cual a más abundancia de estas células regulatorias, menor severidad en el curso clínico, así como una afectación más leve de la afectación histopatológica en el sistema nervioso central inflamado.
Este conocimiento abre la puerta a que las MDSCs sean consideradas como un factor importante para futuros estudios prospectivos, estableciendo la relación entre estas células regulatorias y la severidad futura de la enfermedad, un área de investigación que todavía debe ser explorada de manera completa.
Traducido del artículo original: Neurobiology of Disease