“Estos hallazgos son interesantes por muchas razones” comenta en una nota de prensa Ruth Ann Marrie, la autora del estudio y miembro de la Academia Americana de Neurología. “Sacan a relucir la cuestión de si hay factores de riesgo compartidos entre la EM y estas otras enfermedades y, si así es, si podríamos en algún momento encontrar la manera de reducir el riesgo de padecer tanto la EM como las otras enfermedades. Además, hay estudios que muestran que la EM puede progresar más rápido en personas que además sufren otros problemas de salud crónicos, así que es importante que los pacientes y sus médicos sean conscientes de este hecho e intenten gestionar estos trastornos.”
El equipo investigador de la Universidad de Manitoba en Winnipeg, Canadá, examinó los registros sanitarios de 23.382 individuos con EM (un 71,9% de mujeres) en el momento del diagnóstico, y de 116.638 individuos sin EM de la misma edad y sexo. Los investigadores registraron los índices de trastornos crónicos graves, incluyendo presión sanguínea alta, colesterol alto, enfermedad coronaria, diabetes, fibromialgia, enfermedad pulmonar crónica, colon irritable, epilepsia, esquizofrenia, trastorno bipolar, ansiedad y depresión.
Los resultados, publicados en la revista Neurology, muestran que las personas con EM presentan tasas mayores de todas las comorbilidades estudiadas, excepto hipercolesterolemia. Especialmente, fueron las enfermedades mentales las más comunes en los pacientes de EM.
La depresión fue la enfermedad más frecuente – un 19% del grupo de estudio con EM padecía depresión, comparado con solo el 9% del grupo control sin EM. Ya que la depresión puede influir gravemente en la calidad de vida e incrementar el riesgo de hospitalización de los pacientes de EM, la Dra. Marrie sostiene que la salud mental necesita ser monitorizada atentamente.
El estudio, “Diferencias de sexo en la comorbilidad al diagnóstico de la Esclerosis Múltiple”, también encontró que en los hombres con EM la tasa de presión sanguínea alta fue del 22%, mientras que en el grupo control era del 15%. Estos números eran mayores que en las mujeres, con un 14 y un 12% de hipertensión en el grupo estudio y el control, respectivamente. Los investigadores también apuntan que los pacientes masculinos de EM presentan niveles mayores de ansiedad, depresión, epilepsia y diabetes que las pacientes femeninas, que presentan, por el contrario, un índice mayor de enfermedad pulmonar crónica.
Cuando los investigadores estudiaron los registros sanitarios de los pacientes cinco años antes de su diagnóstico de EM, encontraron que también presentaban un número mayor de comorbilidades.
William B. Grant, del Centro de Investigación Sunlight, Nutrition and Health de San Francisco, que escribió un editorial sobre el estudio, comenta: “Una posible explicación para estos resultados es que estas enfermedades crónicas y la EM comparten muchos de los factores de riesgo. El tabaquismo, la obesidad, los niveles bajos de vitamina D y de ácidos grasos omega-3 contribuyen a la gravedad de la EM y, en combinaciones diversas, también a la de estas otras enfermedades. Los médicos querrán subrayar a los pacientes de EM la importancia de corregir estos problemas.”
La edad media de los pacientes incluidos en el estudio era mayor que la media de edad al diagnóstico de la EM (las edades variaban de los 20 a los 60 años, mientras que la media de edad al diagnóstico es de 44). Los descubrimientos, por tanto, podrían no ser representativos de la población EM en su totalidad.
Traducción: Carlos Javier Rodríguez, voluntario de EME
Hola, pero que es antes: esclerosis o enfermedad mental?
Saludos y gracias
Alberto