Los traumas infantiles pueden estar relacionados con un mayor riesgo de Esclerosis Múltiple (EM) durante el desarrollo posterior entre las mujeres, encuentra una investigación en el Journal of Neurology Neurosurgery & Psychiatry.
Las asociaciones observadas fueron más fuertes para el abuso sexual y para las mujeres que experimentaron varias categorías de abuso, según muestran los hallazgos.
La evidencia sugiere que los traumas en la infancia pueden alterar el sistema inmunológico y puede aumentar el riesgo de enfermedades autoinmunes. El abuso, la negligencia y una vida caótica en el hogar también están asociados con un mayor riesgo de mala salud mental y física en la edad adulta. Pero no se sabe si estas experiencias también podrían aumentar la susceptibilidad a desarrollar EM.
El estudio
En un intento por averiguarlo, los investigadores recurrieron a los participantes en el estudio de cohorte de madre, padre e hijo en Noruega. Casi 78.000 mujeres embarazadas se unieron al estudio entre 1999 y 2008, y su salud fue monitoreada hasta finales de 2018.
La información sobre el abuso infantil antes de los 18 años se recopiló a través de las respuestas del cuestionario, mientras que la confirmación de los diagnósticos de Esclerosis Múltiple se obtuvo de los datos del registro nacional de salud vinculados y los registros hospitalarios.
En total, 14.477 mujeres dijeron que habían sufrido abuso infantil mientras que 63.520 dijeron que no. Las mujeres con antecedentes de abuso tenían más probabilidades de ser fumadoras actuales o anteriores (un factor de riesgo conocido de la EM), tener sobrepeso y síntomas depresivos.
Unas 300 mujeres fueron diagnosticadas con EM durante el período de seguimiento, casi 1 de cada 4 de las cuales (71;24 %) dijeron que habían sufrido abusos cuando eran niñas en comparación con alrededor de 1 de cada 5 (14 406;19 %) de las que no desarrollaron EM (77.697).
Las conclusiones
Después de tener en cuenta los factores potencialmente influyentes, incluidos el tabaquismo, la obesidad, el nivel educativo y los ingresos del hogar, las mujeres que habían sufrido abusos cuando eran niñas tenían más probabilidades de ser diagnosticadas con EM.
La asociación observada fue más fuerte para el abuso sexual (65 % de mayor riesgo), seguido del abuso emocional (40 % de mayor riesgo) y el abuso físico (31 % de mayor riesgo).
El riesgo aumentó aún más para la exposición a dos categorías de abuso (riesgo elevado del 66 %), aumentando al 93 % para la exposición a las tres categorías, lo que indica una asociación de "dosis-respuesta", sugieren los investigadores.
Se obtuvieron resultados similares después de que los investigadores excluyeran a las mujeres que podrían haber estado en la fase temprana (prodrómica) de la EM cuando aún no habían aparecido síntomas evidentes. Y la asociación también persistió cuando se incluyeron mujeres que ya habían sido diagnosticadas con EM al comienzo del estudio.
Este es un estudio observacional y, como tal, no puede establecer la causa. Y otros factores ambientales, como la dieta, la nutrición, los niveles de actividad física y el tabaquismo de los padres, que no se tuvieron en cuenta, podrían ser importantes de forma independiente, reconocen los investigadores. También carecían de información potencialmente importante sobre cuánto duró el abuso, la edad a la que comenzó o a qué niveles de apoyo emocional podrían recurrir los abusados. Pero puede haber explicaciones biológicas plausibles para las asociaciones encontradas, dicen los investigadores. El abuso infantil puede alterar la señalización cerebral y glandular (el eje hipotalámico-pituitario-suprarrenal) provocando un estado proinflamatorio, dicen.
"Una mejor comprensión de los factores de riesgo y el momento de la exposición al riesgo puede abrir puertas para la prevención y brindar una mayor comprensión de los mecanismos de la enfermedad", concluyen.
Fuente: Eid, K., et al. (2022) Association of adverse childhood experiences with the development of multiple sclerosis. Journal of Neurology Neurosurgery & Psychiatry. doi.org/10.1136/jnnp-2021-328700.
Se me hace increible la investigación, soy hija de padre fumador y alcoholico. Padeci abuso emocional durante mi imfancia y adolescencia, de adulta me diagnoatican EM y todo encaja en la explicación de este articulo.
Gracias por seguir haciendo difusion.
Es algo que al leerlo no pude evitar llorar, padezco de esclerosis múltiple y fui abusada sexualmente y siempre tuve mucha depresión y sobrepeso, gracias por dar a conocer este estudio.
Es sorprendente la importancia de tener una infancia feliz para ser un adulto sano. Hay que cuidar bien a niños y adolescentes