Investigadores en Inglaterra y Rumania señalan que un ensayo de tratamiento de administración de anquilostomas en la piel por medio de un vendaje de brazo no redujo la actividad de lesiones cerebrales en escáner de IRM (imagen de resonancia magnética), lo cual era el primer objetivo del estudio, pero sí aumentó el número de células inmunitarias regulatorias.
Esta estrategia está basada en la conocida como “hipótesis de la higiene”, que sugiere que la exposición reducida a microbios en países con estándares sanitarios más altos puede hacer que el sistema inmunitario reaccione de manera desproporcionada a las infecciones, posiblemente conduciendo a la Esclerosis Múltiple.
Sin embargo, el neurólogo Daniel Ontaneda remarca que la limitada eficacia del ensayo de tratamiento con anquilostomas hace improbable su uso en sí mismo como tratamiento. Él explicó que el potencial de los anquilostomas sale perdiendo en comparación con los fuertes y eficaces fármacos moduladores del sistema inmunitario ahora disponibles para las personas con Esclerosis Múltiple.
El estudio fue publicado el pasado 15 de junio en la revista JAMA Neurology.
Fuente: National MS Society
Artículo original: JAMA Neurology
Análisis de experto: Dr. Daniel Ontaneda