Tener Esclerosis Múltiple no implica la ausencia de otro tipo de condiciones, enfermedades o dolencias, como hipertensión, diabetes o depresión. De hecho, muchas personas con EM tienen trastornos o enfermedades adicionales/coexistentes, denominadas comorbilidades; con "comorbilidad" nos referimos a cualquier enfermedad que no sea Esclerosis Múltiple o una complicación derivada de la EM.
Existe evidencia creciente de que las comorbilidades pueden contribuir a la variabilidad en los efectos experimentados por personas con EM. Muchas personas con Esclerosis Múltiple tienen al menos una comorbilidad, incluso en el momento del diagnóstico. Las comorbilidades pueden influir en una mayor discapacidad, una progresión más rápida de la enfermedad, reducción de la calidad de vida y aumento de la mortalidad. En este sentido, destacan los mensajes clave de una revisión reciente del tema que ha realizado la experta en comorbilidades en personas con EM Ruth Ann Marrie.
Atención especial a la posible presencia de comorbilidades vasculares y a la identificación temprana de la depresión y ansiedad:
Entre las personas con EM, la discapacidad progresa más rápidamente en aquellos que tienen enfermedades 'vasculares' (incluyendo diabetes, presión arterial alta y enfermedad cardíaca) o que tienen sobrepeso en comparación con aquellos sin estas comorbilidades.
La calidad de vida relacionada con la salud también puede ser peor en personas con depresión o ansiedad comórbida, las dos comorbilidades más comunes en personas con Esclerosis Múltiple. Además, las comorbilidades pueden afectar la seguridad, la tolerabilidad y la efectividad de las terapias modificadoras de la enfermedad utilizadas para tratar la EM, lo que podría limitar la elección de los tratamientos adecuados.
Muchas de las comorbilidades que tienen un impacto negativo en personas con EM son prevenibles o tratables.
La Prof. Marrie resalta la necesidad de una identificación temprana de las comorbilidades y específicamente recomienda (1) el cribado de las comorbilidades vasculares y (2) la identificación temprana de la depresión y la ansiedad. Además, la Prof. Marrie hace un llamamiento a los profesionales de la salud para que empoderen a las personas con EM a vivir estilos de vida saludables.
Finalmente, una vez que se identifican las comorbilidades, la Prof. Marrie argumenta que deben tratarse como una prioridad clínica, y concluye que "debemos pensar en modificar la comorbilidad para mejorar los resultados en salud".
Prevalencia de comorbilidades comunes en personas con EM, por grupos de edad:
Más información en: www.msbrainhealth.org
Referencias: Marrie RA. Comorbidity in multiple sclerosis: implications for patient care. Nat Rev Neurol2017; doi:10.1038/nrneurol.2017.33.
Un problema que veo son los efectos secundarios de los tratamientos ‘preventivos’. Cuando te causan problemas hepáticos, tenosinovitis, nódulos reumatoideos y artralgia, y no estás sufriendo los síntomas de la EM porque está estable, sino los de los efectos secundarios que limitan la capacidad de realizar ejercicio físico y cursan con inflamación y dolor, pues tampoco vamos bien…
[…] Tal y como apunta Esclerosis Múltiple España, “las comorbilidades pueden influir en una mayor discapacidad, una progresión más rápida de la enfermedad, reducción de la calidad de vida y aumento de la mortalidad” (https://esclerosismultiple.com/el-tratamiento-de-las-comorbilidades-podria-ayudar-a-mejorar-los-e…). […]