Un nuevo estudio ha descubierto que las alergias alimentarias se asocian con un aumento significativo en el número de recaídas de la Esclerosis Múltiple y la actividad de la enfermedad en los estudios de resonancia magnética.
Estos hallazgos de vínculos entre alergias alimentarias y recaídas de la Esclerosis Múltiple reportan una asociación, en lugar de una causa. Por ello, se necesita más investigación para confirmar estos hallazgos y determinar qué mecanismos inmunitarios pueden estar en juego si existe una conexión entre las alergias a los alimentos y la actividad de la enfermedad de la Esclerosis Múltiple.
El equipo formado por Rami Fakih, Tanuja Chitnis y sus colegas del Hospital Brigham and Women en Boston informó de sus resultados en el Journal of Neurology, Neurosurgery and Psychiatry que fue publicado el pasado 18 de diciembre de 2018.
La Esclerosis Múltiple es un trastorno neurológico producido por el sistema inmunitario cuya causa aún no se conoce. Varios factores genéticos, de estilo de vida y ambientales se han relacionado con la susceptibilidad y la actividad de la enfermedad. Dado que las alergias comunes son inmunomediadas, algunos estudios han investigado las asociaciones entre las alergias y la EM, pero los resultados han sido diversos.
El estudio
Un equipo del Hospital Brigham and Women de Boston decidió investigar cualquier posible vínculo entre las alergias y la actividad de la enfermedad de la Esclerosis Múltiple. Enviaron un cuestionario sobre alergias ambientales, de alimentos y medicamentos a 1.349 personas con EM que se inscribieron en su estudio de Investigación Integral Longitudinal de Esclerosis Múltiple (CLIMB).
El estudio CLIMB está siguiendo aproximadamente a 2.000 personas durante 10 años y recopila información sobre su estado neurológico, imágenes de resonancia magnética y muestras biológicas como sangre. La información sobre las alergias de los cuestionarios se comparó con el número de recaídas registradas, las puntuaciones en la Escala de Estado de Discapacidad Expandida (EDSS por sus siglas en inglés) y el Nivel de Gravedad de la EM (MSSS por sus siglas en inglés), así como la actividad de la enfermedad en las exploraciones de resonancia magnética.
El número acumulado de recaídas fue 1.3 veces mayor en las personas con alergias alimentarias que en las personas sin alergias conocidas, y este grupo tenía más del doble de probabilidades de tener actividad de la enfermedad en los estudios de resonancia magnética. Los grupos de alergia ambiental y de medicación no mostraron diferencias significativas en comparación con aquellos sin alergias conocidas. Las puntuaciones de EDSS y MSSS no se asociaron con ningún tipo de alergia.
Fuente: National Multiple Sclerosis Society (https://www.nationalmssociety.org/).