A pesar de que la EM se describe a menudo como una enfermedad de adultos jóvenes y de mediana edad, aproximadamente el 10 por ciento de todas las personas que viven con EM son mayores de 65. Aunque la proporción de personas con EM que son mayores es relativamente pequeña, las tendencias generales y específicas de la discapacidad hacia el aumento de la esperanza de vida sugieren que su número es probable que aumente con el tiempo.

En el pasado, se creía que la EM reducía la esperanza de vida. Durante los últimos 40 años, la esperanza de vida en la población general se ha reconocido que las reducciones en la esperanza de vida de las personas con EM tienden a estar asociadas con la discapacidad avanzada, curso de la enfermedad progresiva, y las complicaciones relacionadas.

Tal vez como consecuencia de estos cambios, el interés y preguntas sobre el envejecimiento con EM han ido creciendo en los últimos 10 a 20 años en la investigación básica, clínica y aplicada, así como entre las personas que se ocupan de la gestión diaria de la enfermedad y sus consecuencias (incluyendo las personas, las familias, los proveedores de atención de salud). Esta edición de MS in focus es un reflejo del creciente interés en el envejecimiento con EM y el reconocimiento que se debe prestar atención a este importante aspecto de la vida y la salud de atención de una persona.

Con la edad, es normal experimentar alguna reducción en la fuerza muscular, la reducción de la reserva cardiopulmonar y regulación de la temperatura reducida. Por otra parte, muchos de los síntomas que experimentan las personas con EM (tales como el dolor, la fatiga, la depresión, los cambios cognitivos, trastornos visuales y pérdida de movilidad) son también comúnmente experimentados por las personas que envejecen sin EM. Cambios relacionados con la edad normal, junto con síntomas de la EM, contribuyen a los problemas funcionales de un adulto mayor con EM.

A medida que nuestra capacidad para tratar con eficacia la EM y sus síntomas continúa avanzando, las personas con la enfermedad pueden esperar vivir hasta una edad avanzada. Con un número creciente de adultos mayores con EM, los profesionales de la salud deben estar atentos a las interacciones entre la EM y los cambios normales relacionados con la edad, y estar preparados para hacerles frente cuando se trabaja con adultos mayores.

Por Marcia Finlayson, Escuela de Terapia de Rehabilitación, Universidad de Queen, en Kingston, ON, Canadá. Artículo publicado en MS in focus 25, enero 2015

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