Programa
En nuestra entidad este año hemos volcado parte de nuestros esfuerzos en impulsar el proyecto “Programa Nacional de Voluntariado y Apoyo Integral para Esclerosis Múltiple España”, con la colaboración del Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030. La figura del voluntario es esencial para las personas con Esclerosis Múltiple, a las que reporta no solo beneficios emocionales y sociales, sino que también les permite empoderarse y mantener el control de sus vidas.
En la mayoría de los casos de forma completamente anónima y totalmente altruista, su presencia en las entidades miembros de Esclerosis Múltiple España es una constante y su participación en las diversas campañas de sensibilización y difusión, con su apoyo continuado en el tiempo a las personas con Esclerosis Múltiple y a sus familiares conforman un nexo de unión difícil de reemplazar por cualquier otro tipo de tratamiento. Al fin y al cabo, los voluntarios son personas que demuestran una gran sensibilidad ante los aspectos más humanos de la vida.
Beneficios ilimitados
En términos generales con su labor, el voluntario mejora su bienestar emocional, lo que redunda en una reducción del estrés y la depresión. El propósito de ayudar a otros mejora el estado de ánimo y libera hormonas como la dopamina que mejoran el bienestar general.
Al mismo tiempo, al llenar sus vidas de un propósito, la figura del voluntariado fortalece la autoestima, sin menoscabo de la edad en la que la actividad se desempeñe. Además, esta tarea supone un aporte vital en cuanto a conexión social, ya que permite conocer nuevas personas, tener nuevas experiencias y vivencias con las que amplían su red de contactos, combatiendo en muchos casos el aislamiento y la soledad.
La actividad solidaria en forma de voluntariado permite, además, la participación en actividades que promueven la salud física general, despierta nuevas pasiones e intereses que las personas que hacen esta labor implementan en su rutina diaria y, en definitiva, las hace más felices al influir con su contribución a crear comunidad.
Cuidando del Voluntariado
Los voluntarios y voluntarias han de contar con herramientas que les ayuden a gestionar las emociones y el estrés que pueden llegar a surgir al acompañar a personas en situaciones vulnerables. La figura del referente del voluntariado será de gran ayuda a la hora de hacer un seguimiento del desempeño de su labor, que mejorará sobremanera con la implementación de talleres formativos que mejoren sus habilidades a la hora de afrontar situaciones difíciles, así como a proteger su propia salud mental.
La neurología de la bondad
Según el blog especializado Ineurociencias, la bondad provoca una transformación en el cerebro. Entre otros muchos beneficios, permite activar regiones neuronales del cerebro vinculadas a la empatía, como la ínsula anterior, la corteza cingulada anterior y las neuronas espejo. Además, los actos amables permiten liberar neurotransmisores y hormonas del bienestar como la dopamina, la oxitocina, las endorfinas y la serotonina, que mejoran el ánimo de las personas reduciendo los niveles de estrés y fortaleciendo la conexión social.
La práctica de la bondad de forma habitual activa el nervio vago, el más largo del cuerpo que se origina en el bulbo raquídeo del cerebro, favoreciendo la calma, la conexión y la reducción del cortisol. Por todos estos beneficios, la figura del voluntariado, a través de la empatía con la liberación de neuroquímicos placenteros y los cambios positivos en la estructura y función cerebral, permite un sentido más profundo de conexión consigo mismos y con el mundo que les rodea.
No se trata únicamente de una vivencia momentánea, su continuidad prolongada en el tiempo, según recoge un artículo en el citado medio, «tiene el potencial de inducir cambios físicos duraderos en el cerebro, un fenómeno conocido como neuroplasticidad». La práctica constante de la compasión fortalece las vías neuronales, promoviendo hábitos más amables y mayor resiliencia emocional.
Como todas las habilidades, la bondad se puede cultivar y fomentar, pero siempre partiendo de una premisa clara: “trátate a ti mismo con la misma amabilidad, respeto y amor con que tratarías a un buen amigo o vecino”.