Con frecuencia el dolor se presenta junto con otros síntomas, tales como depresión, espasticidad o dificultades para moverse, que destacan la importancia de tratar la EM de manera integral. La situación se complica más por el hecho de
que una persona con EM puede tener otras enfermedades, y esto hace que el diagnóstico y el tratamiento del dolor sean muy complejos. Otra preocupación es que, en algunos casos, los efectos secundarios de la medicación indicada para el
dolor pueden ser tan angustiantes como el dolor original y, por lo tanto, tales medicamentos no pueden utilizarse de manera óptima.
Esperamos que este número de MS in Focus aclare algunos temas relacionados con el diagnóstico y tratamiento del dolor , y que sea un recurso útil, en especial para los profesionales de la salud que quizás no sean conscientes del impacto que tiene el dolor.