Con el fin de explorar la relación entre inflamación y neurodegeneración temprana en EM, un grupo de investigadores ha utilizado una técnica de imagen que mide glutamato, un neurotransmisor que nos permite hablar, entre otras muchas cosas, pero que puede ser tóxico a concentraciones altas.
El problema en EM puede ser la liberación de demasiado glutamato por las células inflamadas del sistema inmune innato, compuesto por oligodendrocitos y otras células gliales que no logran eliminar el exceso de neurotransmisor, como explica el Dr. Daniel Pelletier, de la Escuela de Medicina de la Universidad de Yale.
Un estudio prospectivo de 5 años con 343 pacientes de EM y 42 controles sanos comprobó que la elevación sostenida de glutamato en materia blanca de apariencia normal precedía una cascada de efectos nocivos. El aumento sostenido de glutamato predijo una tasa mayor de daño neuronal y axonal, medido como una bajada en N-acetilaspartato (NAA). Los investigadores encontraron que una relación glutamato / NAA alta pronosticaba una mayor pérdida de volumen cerebral a 3 años y un empeoramiento clínico a 4 años (Azevedo et al. 2014).
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Jiwon Oh, Profesor de Medicina en la División de Neurología de la Universidad de Toronto, y el doctor Paul O’Connor, neurólogo y director del área de Esclerosis Múltiple en el Hospital de St. Michael, han publicado este mes de febrero en la revista “Nature Review Neurology” los 8 avances que consideran más relevantes en investigación de la EM en 2014.