Antecedentes
La EM es una enfermedad compleja que puede afectar a las personas de diferentes maneras. Los tres tipos principales son: recurrente-remitente, primaria progresiva y secundaria progresiva.
Mientras que la EM primaria progresiva se produce en aproximadamente el 15-20 por ciento de los pacientes, la recurrente-remitente es la modalidad de EM de casi el 80 por ciento de los afectados. Se ha calculado que, tras 20 años, entre un 50 y un 60 por ciento de los pacientes con EM recurrente-remitente cambian hacia la forma secundaria progresiva.
La transición desde la EM recurrente-remitente a la secundaria progresiva se produce de manera sutil y resulta difícil de definir clínicamente.
Resulta importante encontrar formas de distinguir los diferentes subtipos clínicos de EM con el fin de garantizar que se adopten los tratamientos adecuados en el momento preciso.
El estudio
Un estudio llevado a cabo por investigadores de las Universidades de Oxford y Cambridge mostró una nueva forma de distinguir entre la EM recurrente-remitente y la secundaria progresiva. Descubrieron que cada tipo de EM tenía un perfil específico de determinadas sustancias en la sangre, llamadas metabolitos, detectadas mediante espectroscopia por resonancia magnética y un complejo análisis matemático.
Los investigadores recogieron muestras de sangre de 151 pacientes con EM, que escanearon con una técnica de imagen llamada espectroscopia de resonancia magnética.
Se identificaron patrones de metabolitos característicos en muestras de sangre de pacientes con EM en comparación con voluntarios sanos o personas con otros trastornos neurológicos.
Se trata de una forma muy delicada de predecir la conversión de EM recurrente-remitente a secundaria progresiva, que potencialmente ayuda a los neurólogos a elegir el tratamiento adecuado en pacientes con un tipo indeterminado de EM.
Además, este enfoque puede identificar metabolitos clave implicados en la transición de la EM recurrente-remitente a progresiva, y ayudar a encontrar objetivos para el desarrollo de terapias innovadoras.
Fuente: www.msif.org
Artículo original: http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/25253748
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