La posibilidad de caerse no se limita a las personas que viven con EM; actores, universitarios, patinadores y esquiadores se han caído debido a pequeños errores. Nadie quiere ‘montar un espectáculo’ cuando se cae. Quizá puedan servirte estas pautas…
Si te caes:
- Antes de intentar levantarte, haz un inventario de ti mismo para asegurarse de que no te has sido herido gravemente. Si has sufrido una lesión, pide a alguien que llame al 012.
- Mantén el control. Transeúntes con buena intención pueden correr a auxiliarte y pueden apresurarse para conseguir ponerte en pié de nuevo. Con calma, cuenta a los que te rodeen cómo vas a levantarte y cómo pueden ayudarte. Mantener la calma te mantiene al mando de la situación.
- ¡Échale un poco de humor! El humor te relaja a ti y a los que te rodean, y hace que sea más fácil recuperar la autoestima. Estate preparado con algunas salidas divertidas por si acaso.
- Da las gracias a todos los que te han ayudado. La gratitud ayuda a mantener la dignidad.
Pero… ¡Haz todo lo que sea para no caerte!
- Si tienes problemas de equilibrio, espasticidad o debilidad en las piernas, tienes riesgo de caerte. Trabajar con un fisioterapeuta puede ayudarte a aprender a caminar y moverte con mayor seguridad. Un terapeuta ocupacional también puede enseñarte las maneras más seguras para levantarte de una caída.
- Si después de trabajar con estos profesionales, todavía luchas contra las caídas, considera el uso de un bastón, un andador o un aparato ortopédico. A menudo, las personas evitan este paso porque quieren "parecer normales", pero la caída no parece normal ¡y puedes hacerte daño!
Otras formas de reducir el riesgo:
· Usa zapatos que te ayuden a caminar con seguridad, de tacón bajo.
· Ten en cuenta dónde estás caminando. Por ejemplo, mantente alejado de un suelo recién fregado.
· Haz de tu hogar un hogar seguro. Mantén despejadas las áreas por las que caminas. Mueve los cables eléctricos y telefónicos fuera del camino. Aparta o quita las alfombras sueltas. Coloca tiras antideslizantes en baldosas y suelos de madera.
Fuente/autoría: Patricia Kennedy, enfermera educadora, para Can Do MS.